La lectura en la era digital
En
años recientes el término publicación digital ha sonado con mayor
frecuencia. Se comentan las ventajas de distribución, rapidez de publicación,
capacidad de almacenamiento y poderosas herramientas de búsqueda que el texto
electrónico nos ofrece. Sin embargo, en pocas ocasiones se habla de la lectura
del texto, la cual suponemos es el objetivo final de cualquier publicación. Una
de las más frecuentes quejas de los 'usuarios' de las publicaciones
electrónicas es la dificultad de lectura y anotación del texto. Es claro que a
la mayoría de la gente le incomoda leer en la pantalla. El problema no es la
publicación electrónica, sino la forma de recibirla.
La
publicación electrónica es un medio revolucionario pero debemos revolucionar
nuestra forma de escribir y leer para poder aprovechar este nuevo formato que
nos ofrece la computadora. La organización de la escritura, el estilo de la
escritura, las expectativas del lector, todas éstas se ven afectadas por el
espacio físico que el texto ocupa.
La
idea del texto electrónico es difícil y distinta a lo que estamos acostumbrados.
La volatilidad y falta de presencia física causa conflicto en un ámbito donde
identificamos la permanencia y la confiabilidad del texto impreso con la
solidez del conocimiento humano.
En
el medio electrónico varias capas de tecnología sofisticada deben intervenir
entre el escritor o lector y el texto codificado. Existen tantas capas
intermedias que resulta difícil para el lector o escritor identificar el texto.
Jason
Epstein predice que existirán máquinas, similares a los cajeros
automáticos, diseñadas específicamente para poder consultar un catálogo en
línea de millones de títulos, donde el lector simplemente seleccionará la
publicación, la máquina imprimirá el texto y se lo entregará encuadernado y
empastado, listo para llevarse. Considera que las excepciones serán
enciclopedias, atlas, diccionarios, directorios, etc. donde el usuario estará
satisfecho con la consulta en pantalla únicamente, ya que el valor de esta
información es su actualidad. No cabe duda de que este es el futuro que nos
espera si seguimos el paradigma de la publicación impresa, en lugar de inventar
uno propio para la publicación electrónica.
Una
de las propuestas revolucionarias del texto electrónico y que no ha sido
aprovechada al máximo es el hipertexto, característica que puede modificar
sustancialmente nuestra forma de escribir y leer, a diferencia de la palabra
escrita en papel, restringida por el formato físico, y que debe seguir un orden
secuencial y jerárquico. Asimismo, Bolter argumenta que nuestra forma de pensar
es más asociativa que jerárquica.
Antes
de que empecemos a leer publicaciones electrónicas cómodamente, tenemos que
empezar a escribir textos diseñados específicamente para el medio electrónico.
No simplemente digitalizar texto escrito para el formato impreso. Por esto se
propone, a partir de una revisión de la historia de la lectura y escritura, que
es necesario adoptar nuevas formas de escribir y leer específicas para la
publicación electrónica, con el fin de que ésta surja como un medio
independiente y distinto a la publicación impresa.